Pues agarras grano malteado y lo trituras. Seguidamente añades agua a 70 grados y dejas la mezcla macerando 1 hora. Durante esta hora, las reservas de almidón del grano son convertidas en azúcares fermentables. Después filtras el grano y te quedas con el líquido, que contiene muchos azúcares. En este punto se llama mosto. Por último hierves al mosto, añadiendo flores de lúpulo, lo enfrías rápidamente y lo inoculas con levadura. Al cabo de 2 semanas la levadura ha convertido los azúcares en alcohol y puf, ya tienes cerveza!
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