Pues en mi caso, lo utilizo mucho como «coloreador» de neuronas. Es una proteína marcadora, así las llamamos. Podemos marcar con fluorescente desde neuronas concretas (por ejemplo, las neuronas que producen dopamina), ¡hasta genes! Si no usamos un marcador (sea cual sea), solo vemos al microscopio un mogollón enorme de células, ¡que a saber qué son! 🙂
Me ayuda a trabajar con el microscopio y tratar de ver no sólo las células sino las proteínas que nos interesan dentro de esas células: lo que hacemos es añadir a la proteína una «etiqueta» fluorescente y en un microscopio de fluorescencia la podemos ver dentro de la célula. Saber donde está una proteína nos ayuda a entender cual puede ser su función.
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