• Pregunta: ¡Hola Clara! Hablabas de modificar los genes de un ratón como si fuera algo muy sencillo...¿cómo se hace realmente?

    Preguntado por 987bmdm32 a Clara el 6 May 2017. Esta pregunta también fue realizada por Sonia.
    • Foto: Clara Ortega de San Luis

      Clara Ortega de San Luis contestada el 6 May 2017:


      Hola Sonia, 987bmdm32,

      ¡Muchas gracias por vuestra pregunta! Me hace mucha ilusión contaroslo porque me parece un tema super interesante.

      Empezando por el principio principio: nuestro cuerpo está formado por proteínas (la piel, nuestros dedos, nuestros órganos), son como los ladrillos que nos forman. Cada uno somos como somos porque nuestro ADN es (ligeramente) diferente. El ADN contiene las instrucciones de fabricación y funcionamiento de nuestros ladrillos (ojos azules+pelo rubio+nariz chata). ¿Cómo? Por su secuencia. El ADN es una cadena larguisíma, como un collar de cuentas, formado por 4 tipos de cuentas (Adenina+Timina+Citosina+Guanina). Imagínate un collar formado por cuentas de 4 colores (azules+rojas+verdes+amarillas). El orden de las cuentas en el collar (azul+azul+rojo+verde+verde+rojo+azul+amarillo, por ejemplo), es el que ordena qué ladrillo (proteína) hay que fabricar. Ahora imagínate que en ese collar hay 3 regiones: la zona más cercana al broche, la zona central, y la zona más cercana a la arandela final. Cada una de esas zonas se llaman genes y ordena cómo hay que fabricar la proteína correspondiente a una función (ej: el color de los ojos lo determina la secuencia de cuentas, gen, que hay en la zona cercana al broche) (esto es una simplificación, pero para que lo entendáis). De esta forma, tenemos un ADN larguísimo, en el que los genes se sitúan uno a continuación del otro y en función de la combinación de colores que lleven sus cuentas (de la secuencia de colores o de A+C+G+T), nuestras proteínas-ladrillos, serán de una manera o de otra.

      Pues bien, nosotros en el laboratorio podemos fabricar ADN. Se puede hacer con reacciones químicas (uniendo cuentas químicamente, armando un collar de cero) o sacandolo de bacterias/otros seres vivos y modificandolo. Utilizando unas proteínas que pueden cortar y pegar el ADN, y unas bacterias que nos lo multiplican como si fuera una fotocopiadora de ADN, editamos los genes que queramos. De esta forma, por ejemplo, cogemos la secuencia de cuentas del gen de una proteína verde fluorescente que se descubrió en una medusa rarísima, y se lo pegamos a un gen que nos interese que tenga ya el ratón. En nuestro gen hacemos un corte en el collar (con las proteínas que cortan) y le pegamos el fragmento de cuentas que proceden del gen verde (con las proteínas que pegan). Las proteínas de corta y pega se han sacado de bacterias, y en la práctica las tenemos en una gota pequeñisima (microlitros, un millon de veces menos que un litro), y se las añadimos al ADN, que tenemos disuelto en agua en otra gota pequeñísima. Cuando mezclamos estas dos gotas en un tubo, estamos cortando y pegando nuestros genes, aunque en realidad no vemos nada.

      Una vez que el bricolaje de ADN ha acabado y tenemos nuestra secuencia del gen verde pegada a nuestro gen que queremos estudiar, hay que meterlo en un óvulo de ratón. Con unas microinyecciones parecidas a las que se hacen para las fecundaciones in vitro, estas secuencias se meten en un óvulo de ratón y se implanta en una ratona, que dará a luz a unos ratoncitos con el ADN modificado. (Este último paso es más complicado, por supuesto, pero por simplificarlo un poco).

      Es un proceso muy laborioso que requiere mucho tiempo y trabajo, ¡pero es una técnica super útil en biomedicina!

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