Porque cuando acabamos la tesis, lo normal es que nos cambiemos de laboratorio. Tenemos que aprender otras técnicas, otros temas de investigación, hacernos mejores científicos. Y en muchas ocasiones (aunque esto es debatible), salir fuera del país a trabajar en otros laboratorios te hace aprender muchas cosas nuevas. ¡Y hoy parece que Dublín me ha recibido con el mismo sol de Sevilla, un bonus extra con el que no contaba! 😉
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