Las células eucariotas (plantas y animales, entre los que nos incluimos) son muy similares en tamaño en comparación con, por ejemplo, las bacterias. Difieren según la localización: por ejemplo, no es igual de grande un linfocito de la sangre, que es enano, a un hepatocito del hígado, que es enorme! 🙂
Cierto, depende de qué célula y de qué animal. Las neuronas de la ballena azul, por ejemplo, que tienen que recorrer todo el cuerpo del animal desde una punta a otra (y es la misma célula!) pueden medir meeeeeeeetros y metros. ¡Hay muchas super células por ahí!
Comentarios